Más de una vez me han comentado: a mí me gustaría aprender a esquiar, pero a mi edad, o me da miedo, o tuve una mala experiencia, o quizás las barreras de la responsabilidad en nuestras vidas, trabajo, familia, etc. Como cualquier deporte tiene un riesgo, riesgo que se minimiza si lo hacemos con la ayuda de un profesional, un profesor titulado. En NESC Escuela de Esquí nos preocupamos por tu progresión técnica, pero, además la vamos desarrollando a la vez que vas superando tus miedos. El profesor cuando detecta una barrera intenta tener un contacto cercano con el alumno para ofrecerle seguridad y confianza, en poco tiempo incluso en pocas horas e incluso a veces en minutos se empiezan a romper las barreras y empieza el alumno a relajarse, pues en algunos casos piensan que se van a poner los esquís y va a venir el culetazo.
El alumno cree que nos ponemos los esquís y !!!paraaabajoooo!!! Trabajamos todo un proceso.
ADAPTACIÓN AL MATERIAL. El alumno se familiariza con el material, se le enseñan las partes en la que se componen los esquís y sus complementos, el alumno entra en contacto con el material y el terreno deslizante: la nieve. Estamos en una zona plana y sin ninguna pendiente, en ese momento ya estaremos en alerta prestando una mayor atención buscando que al alumno no le puedan sus nervios, no perderemos la distancia corta con el alumno, hablaremos con un tono alto, amable y seguro probablemente cuando hayamos acabado los ejercicios de la adaptación al material, nos dirán, pero si todavía no me he caído, hemos dado un gran paso.
DESCENSO DIRECTO, CUÑA Y GIRO EN CUÑA. sería la progresión de la técnica a partir de aquí un alumno sin barreras iría buscando la máxima pendiente a su nivel y a disfrutar. Como lo que tenemos hoy en nuestra clase es una persona adulta y con barreras, miedo a hacerse daño, miedo al mero hecho de caerse, miedo a coger velocidad, miedo a la pendiente, miedo al entorno etc. y llegado este momento y con la progresión practicada y afianzada en una ligera pendiente, pista de debutantes, hablamos con el alumno;» vamos a buscar un poco más de pendiente», el profesor colocado de espaldas a la pendiente sujetará al alumno dándole la empuñadura de sus bastones para que se sujete y transmitir toda la seguridad y confianza posible, en ese momento profesor y alumno son uno, el profesor irá dando las instrucciones de las maniobras que irán realizando ya practicadas en la pequeña pista, quitando en todo momento la cara a la pendiente y haciendo largas diagonales de lado a lado de la pista iremos descendiendo, la primera bajada buscaremos la relajación del alumno siendo el profesor el que lleva los mandos (como el profesor de la autoescuela).Una vez conseguida dicha relajación y eliminado tensiones, iremos ejerciendo menos fuerza y dejando que el alumno sea el que se sujete a la pendiente, en menos de lo que pensamos habremos soltado al alumno de nuestros bastones y esquiará hacia nosotros, todavía colocados de espaldas a la pendiente sin quitarle la cara ni dejándole de hablar con un apoyo optimista. Cada vez dejaremos más distancia entre profesor y alumno y en poco tiempo esquiará detrás de nosotros dándole la espalda y siguiendo nuestra huella. Al acabar la clase el propio alumno es posible que se sorprenda de su logro y habremos ganado un esquiador-esquiadora.








